Tomaselli es un pintor bastante ortodoxo (aunque seguramente él no esté de acuerdo) que principalmente mezcla figuración y abstracto con algo de collage en entornos oníricos. Repasando su obra se puede observar una búsqueda inconclusa de técnicas, estilos y trucos, tamizada de estilo propio a través de una constancia cromática burdamente evidente.
Ahora sí, entre tanto bandazo estilístico nos topamos con un faro al espectador en un momento en que Fred colisiona con un discurso más actual, profundo y abierto que el que pudiera haber en el resto de su trabajo (el hermetismo del mismo, si lo hubiera, nos hace dudar de su propia existencia. Siendo más proclives al reconocimiento de uno de índole individualista y personalistamente sentimentaloide).
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Osea, pintar encima de las fotos del periódico por puro aburrimiento. Primo hermano de dibujar en tu pupitre del instituto, sprayear el muro de tu alcalde o rallar el coche de tu jefe. Al mezclar esos elementos reconociblemente a la par que baratamente psicodélicos en la apropiación de la prensa, convierte las fotos de los artículos en una suerte de ilustraciones emocionales de una mística subyacente a los acto humanos descritos en titular y noticia. En beneficio de Fred hemos de reconocer que sin su estatus (sea cual sea) en el arte académico/profesional, tal interpretación de discurso sería tan difícil como la del resto de su creación. De todas maneras estamos seguros de que el señor Tomaselli será lo suficientemente intrépido como para adherirse a tal discurso si se torna propicio. Es nuestra mejor explicación a los precios que ya tienen estas hojas de semanario.
FMD: Nacho C.
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