Dando un poco por saco. Tú imagínate que estás sentado a la mesa, solo o con la mejor de las compañías delante de tu comida preferida, un cuenco con frutos secos, o con intención de prepararte un café. Has de saber que existen amplias posibilidades de que te topes con un MAMESHIBA perfectamente camuflado entre los ingredientes de lo que sea que estés a punto de ingerir.
Y no importa que hayas tenido un duro día de trabajo y estés hambriento o que estés preparando un examen super importante y necesites reponer nutrientes: los mameshibas se encargarán de que pierdas el apetito por completo. ¿Cómo? Cortando el rollo mediante la siguiente técnica: desconcertante y repentina aparición de la nada en tu primera cucharada de sopa de lo que creías que era un guisante, una alubia o una lenteja, que resulta ser un híbrido entre perro encantador y COMIDA.
Comida con cara de perrito encantador. Este bicho se dedica a saludarte desde tu tenedor (palillos en este caso) y antes de que puedas reaccionar, te obsequia con una breve lección informativa sobre alguna curiosidad de la naturaleza… de cierto mal gusto, según la circunstancia en que te sorprenda. No sabría decir si estos bichitos tienen alguna finalidad concreta, aunque se percibe el afán instructivo junto con la ironía sarcástica. Juzgad por vosotros mismos y prestad atención al de los “mejicanos”, que tiene jugo.
Y no os asustéis por los 10 vídeos, que cada uno tiene una duración de entre 30 y 31 segundos.
¡Mameshibas! ¡voy a volverme loca!.
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