Se va acercándose el día en que podamos decir por fin que conducimos coches voladores. O eso deben pensar los científicos japoneses. Aquí podemos observar la genial paradoja de cómo la ciencia ficción marca al recambio general científico y así los artistas del pasado condicionan los derroteros tecnologicos del futuro.
Osea, como esta imagen dio lugar a estas otras:
FMD: Nacho C.